La Biblia es un libro abierto
Muchas personas ven la Palabra de Dios como un
libro misterioso el cual solo algunos entendidos pueden comprender y explicar.
Muy poca gente ve la necesidad de estudiar la Biblia por si misma, y en lugar de eso prefieren
escuchar los comentarios y enseñanzas de sacerdotes, pastores, evangelistas y
predicadores.
En forma especial ven la profecía
apocalíptica como misteriosa, llena de símbolos imposibles de descifrar:
Bestias, sellos, vientos, caballos coloreados, cuernos, etc. Al leer tanta
figura profética, esto desanima al lector convenciéndole de que es imposible
llegar a comprender el significado de estos símbolos, y por ende el de la
profecía.
Sin embargo, la Biblia es enfática al
declarar que “ninguna profecía de la escritura es de interpretación privada” (2
Ped. 1:20), es decir, la interpretación profética no esta reservada solo a unos
pocos, sino que cualquiera que quiera entenderla puede hacerlo con la ayuda del
Espíritu Santo, ya que “los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados
por el Espíritu Santo” (vs. 21). Es mas, el mismo pasaje bíblico nos enseña que
hacemos bien en estar atentos a la profecía: “Tenemos también la palabra
profética más segura, a la cual hacemos bien en estar atentos” (vs.19)
Mientras que el escudriñar las
Escrituras entraña grandes bendiciones, hay una bendición especial para los que
estudian la profecía apocalíptica: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen
las palabras de esta profecía y guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo
esta cerca” (Apocalipsis 1:3).
¿Que es la profecía
apocalíptica?
Entendemos como profecía apocalíptica
aquella que hace referencia a acontecimientos futuros, especialmente al tiempo
del fin.
En la Biblia, el libro de Apocalipsis es el libro
profético apocalíptico por excelencia, sin embargo, en varios pasajes bíblicos
podemos encontrar este tipo de profecía: Muchos pasajes del Antiguo Testamento
son apocalípticos (Joel 2, Malaquías 4,
etc.); el libro de Daniel es conocido como “el Apocalipsis del Antiguo
Testamento”; Pablo hizo referencia a acontecimientos finales en varias de sus
epístolas (1 Tes. 4:13-5:11; 2 Tes. 2:1-12;
1 Cor. 15:51-58; 1 Tim. 4:1-5; Rom. 2:13; 5:8,9; etc.). También lo hicieron Pedro (2 Ped. 2-3), Judas
(vs. 3-16) y Juan (1 Jn. 2:18-29). El mismo Jesús predicó un sermón profético
(Mat. 24-25 y textos paralelos)
Además, existen varios escritos apócrifos que
se refieren a hechos apocalípticos (El Testamento de Moisés, 2 de Baruc y el
Apocalipsis de Abraham, entre otros). En el libro de Judas, se cita parte de
uno de estos escritos: El libro de Enoc (Judas 14,15)
Criterios de interpretación
profética apocalíptica.
Existen 4 criterios aplicados a la profecía apocalíptica para interpretarla:
- Alegórico
- Preterista
- Futurista
- Historicista
Cada una de ellas tiene un origen distinto (ver el post
ORIGEN E HISTORIA DE LOS CRITERIOS DE INTERPRETACIÓN PROFÉTICA).
Siguiendo el principio protestante de que la Biblia se interpreta a sí misma, la misma Biblia sanciona el criterio a usarse (ver el post
QUE CRITERIO USA LA BIBLIA PARA INTERPRETAR SUS PROPIAS PROFECIAS)
Sea cual fuere el criterio que se use, este debe cumplir los siguientes requisitos:
- El fundamento de la profecía es
toda la Biblia
(Lc. 24:27,44,45)
- La profecía no es de
interpretación privada (2 Ped. 1:19-21)
- Toda la Biblia (incluyendo la
profecía) es inspirada por Dios (2 Tim. 3:16)
- No debemos quitar nada ni
agregar nada a la profecía (Apoc. 22:18,19)
- Debemos estudiar palabra por
palabra, renglón tras renglón, versículo por versículo, y compararlos con lo
que dice toda la Biblia
(Is. 28:13)
- La Biblia debe estar en primer lugar. No debemos
interpretar la profecía antojadizamente ni según nuestros intereses, lo que
seria rechazarla (1 Sam 15:23,26)
- La profecía se entiende
claramente cuando se acerca el periodo de su cumplimiento (Juan 16:4), el
progreso en la comprensión de la profecía abarca siglos.
- La Biblia se interpreta a sí misma
- La interpretación profética se
demuestra con la historia
Formas de estudiar la Biblia y su aplicación en
la literatura apocalíptica.
- Símbolos: La simbología la encontramos no solo en
la profecía, sino también en otros lugares de la Biblia. Por
ejemplo el cordero pascual es tipo o símbolo de Jesús, el “Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Para poder comprender
correctamente el significado de un símbolo debemos fijarnos en primer
lugar en el contexto inmediato, y luego en lo que la misma Biblia dice
sobre ese símbolo en algún otro lugar. Debemos tener sumo cuidado al dar
un significado a un símbolo, ya que una misma figura puede significar más
de una cosa. Por ejemplo: El león representa a Cristo (“El León de la
tribu de Judá”, Apoc. 5:5), pero también representa a Satanás (El león
rugiente que busca a quien devorar, 1 Ped. 5:8). A fin de no caer en una anarquía
interpretativa debemos investigar y estudiar de que forma la Biblia aplica el
símbolo en otro pasaje dentro de las escrituras, para esto es mejor seguir
el principio protestante de que la Biblia se interpreta a si misma:
Cuando en algún pasaje de Daniel o Apocalipsis leemos sobre bestias, la Biblia nos dice que
representan reinos (Daniel 7:23).
- Comparaciones: Consiste en comparar un
versículo con otros. Por ejemplo: Cuando comparamos Mateo 5:48 leemos “Sed
pues vosotros perfectos como vuestro Padre que esta en los cielos es
perfecto” ¿Que rasgo del carácter perfecto de Dios debemos tener?
Comparando este texto con su paralelo que aparece en Lucas 6:36 podemos
darnos cuenta que la característica divina que debe ser reproducida en
nosotros es la misericordia. Para aplicar correctamente este método de
estudio en un pasaje profético, debemos nuevamente aplicar el principio de que la Biblia se
interpreta a si misma: Para comprender el significado de las figuras
de Daniel 8:3-8 debemos compararlas con la explicación que da el ángel en
los versículos 19-23, donde vemos que el Espíritu Santo da el sentido de
los símbolos empleados a través de un ángel interprete.
- Literalismo (también llamado
narrativismo):
Es la forma que se usa para interpretar los libros y pasajes históricos de
la Biblia
(la creación, por ejemplo). Aunque, en la profecía, la Biblia deja en claro que pasaje ha de
interpretarse simbólicamente y que pasaje ha de interpretarse
literalmente, debemos tener extremo cuidado de no interpretar literalmente
un elemento simbólico. Prácticamente la totalidad de la profecía
apocalíptica es simbólica, excepto algunos elementos que claramente se
presentan como literales (cielo nuevo y tierra nueva, por ejemplo)
- Gramática: (Del griego GRAMMA que significa “sentido literal de un pasaje”)
consiste en hacer uso de las lenguas originales en que fue escrito el
canon bíblico (arameo, hebreo y griego), ya que las palabras usadas en el
original nos entregan un significado más amplio que las palabras usadas en
nuestro idioma o en cualquier otro idioma moderno. Por ejemplo, el conocido texto de Juan 3:16 dice “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna” Esto
no quiere decir que Jesús fue engendrado o que haya tenido un comienzo como enseñan algunos, pues si vamos al
original griego, la palabra traducida como UNIGENITO es MONOGENES que
significa “ser el único de su tipo o clase, único en su género”. En profecía nos sirve
para comprender, por ejemplo, el significado de la palabra que la Reina-Valera
1960 traduce como “determinadas” en Daniel 9:24 (“Setenta semanas están determinadas
sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad”). La palabra original hebrea es
JATHAK que significa “cortar” o “amputar”, lo que significa que este
periodo de tiempo, las setenta semanas, fueron “cortadas” o “amputadas” de
un periodo de tiempo más extenso. (Sobre esto hablaremos en detalle más
adelante)