miércoles, 17 de diciembre de 2014

PROMESA Y CUMLIMIENTO

¿Cumplió ya Dios las promesas dadas a Israel o las cumplirá en la tribulación y el milenio?
"Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa que fue hecha a los padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús" Hechos 13:32, 33

Dios hizo un convenio con Abraham en el cual prometió hacer ciertas cosas paraél y sus descendientes. Renovó ese pacto con Isaac, Jacob e Israel (Ex. 2:23, 24; 6:1-8; Sal 105:8-10). Les prometió una gran herencia. Prometió engrandecer a su pueblo. les prometió sabiduría. Les prometió victoria sobre sus enemigos. Les prometió paz. En breve, les prometió toda clase de bendiciones. (Deut. 28:1-13)
Muchos siglos después, alrededor del año 50 D. C., se congregaba un pequeño grupo de judíos en día de sábado en una ciudad extraña. Estaban todavía esperando que Dios cumpliese la promesa (o promesas) que había hecho a sus antepasados. No eran un pueblo importante. No habían triunfado sobre sus enemigos, porque Roma los pisoteaba con sus pies de hierro. No tenían paz, ni rey, ni reino. No tenían ninguna de las cosas que sus Escrituras les prometieron que Dios haría para ellos.
Aquel sábado se encontraban en la sinagoga dos visitantes que parecían ser compatriotas y tal vez portadores de buenas nuevas. Cuando fueron invitados a hablar, Pablo se levantó y dijo una cosa asombrosa. ¡Escucha!

"y nosotros también os anunciamos la Buena Nueva de que la promesa hecha a nuestros padres, Dios la ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús [de entre los muertos]" Hechos 13:32, 33

La resurrección de Jesús de entre los muertos fue declarada como el cumplimiento de lo que Dios prometió a Abraham, Israel y David. Encontramos aquí unas personas que esperaban aún el cumplimiento de lo que Dios había prometido a Israel, y el apóstol vino y les contó las asombrosas noticias de que las promesas ya fueron cumplidas.
¿Prometió Dios a Israel victoria sobre sus enemigos? Las buenas nuevas eran de que Jesús había ganado la victoria para ellos. ¿Les prometió Dios darles paz y sabiduría? Jesús era su paz (Ef. 2:15) y su sabiduría (1 Cor. 1:30). ¿Prometió Dios engrandecer a Israel? Fue dada toda potestad en el cielo y en la tierra al Rey de los Judíos, Cristo Jesús. ¿Les prometió Dios una tierra, una herencia? Cristo había sido resucitado y de parte de ellos llegó a ser "heredero del mundo" y "heredero de todo" (Rom. 4:13; Heb. 1:2). Dios, quien cumple su palabra de manera sorprendente, había cumplido lo que había prometido a los padres en forma mucho mayor que nunca había pedido o imaginado ningún judío.
Si se consideran torpes a aquellos judíos apenas veinte años después del calvario ¿Qué podemos decir de los cristianos que aún están esperando que Dios cumpla sus promesas a Israel unos dos mil años después? Sí, hay cristianos que dicen que congregan semanalmente en honra a la resurrección que a la vez niegan lo que en verdad Dios hizo cuando resucitó a Jesús de los muertos - es decir, cumplió lo que había prometido a Israel. ¡Solo por la iluminación del Espíritu Santo fue posible captarlo cuando Pablo lo predicó a la congregación en Antioquía, y la misma iluminación es necesaria para captarlo hoy en día! El don de Jesús y su resurrección de la muerte fue una obra terminada. Ene sta obra Dios cumplió lo que había prometido a los padres. Y más que esto, Cristo fue el don del cielo para los gentiles, y la raza entera. En Cristo, Dioscontestó cada verdadera oración, cada aspiración digna de un ser humano porque escrito está: "Bendito sea el Dios y Padre de  nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo." (Ef. 1:3)

CUMPLIMIENTO UNICAMENTE EN CRISTO
Las bendiciones que Dios dio a Israel fueron dadas sobre una condición: la condición de obediencia. (Ex. 19:5; Deut. 28:1, 2, 13; Sal. 106:3 Is. 1:19). En el Sinaí Israel prometió obediencia diciendo "Todo lo que Jehová ha dicho aremos" (Ex. 19:8). La herencia de todas las bendiciones del pacto pertenecía a Israel únicamente si obedecía todos los mandamientos de Dios. pero la historia de esta nación fue un triste relato de errar el blanco.
Por fin se escucha en el cielo la voz misteriosa diciendo, "He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como está escrito de mí en el rollo del libro" (Heb. 10:7). Esta es la voz del "Siervo de Jehová" en el cual estaba representado todo Israel. Es la voz del Ángel del Pacto (Mal. 3:1), el fiador del pacto (Heb. 9:15), Él que fue puesto "por pacto al pueblo" (Is. 42:6). Esto significa que no solo era Aquel por medio de quien Dios cumpliría todas sus promesas a Israel sino también Aquel por medio de quien Israel cumpliría todas sus promesas a Dios.
Repetimos: Dios había hecho pacto con Israel (había prometido hacer ciertas cosas por ellos). Por otra parte, el pueblo había hecho pacto con Dios (había prometido hacer ciertas cosas para Él). Ahora tenemos que ver que Cristo no solamente fue el medio por el cual Dios cumpliera su palabra para Israel sino Cristo también fue el medio por el cual Israel cumpliera su pacto para con Dios.
Levantándose como "pacto al pueblo" Cristo cumplió la promesa del pueblo "Todo lo que Jehová ha dicho haremos". Este siervo obediente y sufrido compadeció ante Dios como Israel, para hacer en favor de Israel - en el nombre de Israel y para Israel - lo que Israel no era capaz de hacer. "Por lo cual entrando en el mundo dice: ... He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad" (ver Heb. 10:5-9). hizo la voluntad de Dios cuando era el regocijo de su corazón, su pan y agua diario. Hizo la voluntad de Dios cuando era como tomar la copa más amarga. Aunque se enfrentó con chasco y derrota inminente y al fin la oscuridad de la noche eterna, siguió esforzándose. "Se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz" (Fil.2:8). Al fin, sabiendo que había tomado hasta la última gota la copa del sufrimiento a favor de su pueblo y que había terminado su obra, exclamó al Padre, "consumado es". Había cumplido las demandas del pacto. En Él Israel había cumplido todo lo que la ley demandaba. En su vida Cristo había guardado todos los preceptos de la ley (los requisitos del pacto), y en su muerte había llevado todas las maldiciones de la ley (Gal. 3:10-13)
En su vida y muerte Cristo había cumplido las promesas que Israel hizo a Dios. Siendo cumplidas, descansó en la tumba de José esperando que Dios cumpliese su parte del pacto. Al levantar a Cristo de los muertos y darle poder y gloria Dios cumplió su promesa del pacto. A los judíos Pablo declaró, "que la promesa hecha a nuestros padres, Dios la ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús." (Hch. 13:32, 33). En su gran sermón del día de Pentecostés Pedro anunció que Dios levantó a Cristo de la muerte y le dio "la promesa del Espíritu Santo" (Hch. 2:33). De la misma manera que Cristo dio una vida de obediencia a Dios a favor de su pueblo, así también en su resurrección recibió la promesa del Espíritu Santo a favor de su pueblo. Por eso declara Pedro a los Israelitas "para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare" (Hch. 2:39)
Así, Cristo es el mediador del pacto. Por Él y en Él, Israel cumplió todas sus promesas a Dios. Esto fue completo cuando Cristo murió en la cruz. También por Él y en Él, Dios cumplió todas sus promesas a Israel. Todo esto fue cumplido en la resurrección de Cristo de entre los muertos.
La promesa de Dios a Abrahám no solo incluía judíos descendientes de Abrahám, porque Abrahám fue claramente informado que "todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente" (Gen. 28:14, ver Gal. 3:16; Gen. 12:3). "Los gentiles... alejados de la ciudadania de Israel... son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en CristoJesús por medio del evangelio"(Ef. 2:11, 12; 3:6). Por esta razón Pablo puede escribir a los corintios: "todas las promesas de Dios son, en Él, sí" (1 Cor. 1:20). En Cristo Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual (Ef. 1:3)

SOMBRA Y SUBSTANCIA
Nos quda claro que la sustancia de cada promesa fue Cristo Jesús. Cuando Dios prometió simiente a Abraham le estaba prometiendo a Jesús. Cuando prometió paz, sabiduría y poder, en verdad estaba prometiendo a Jesús (Hch. 3:25, 26).
Desde Abraham, Jesús fue prometido a la nación hebrea, y fue su gran privilegio y responsabilidad preservar viva esa esperanza durante los siglos de espera.
Unos 430 años después que Dios confirmó a Abraham la promesa, ocurrió otro gran evento: Dios dio la ley a Israel. Siendo que fue dada por medio de Moisés, a veces la ley es llamada "Moisés". Moisés (o la ley) incluía todo el cuerpo de instrucciones que fue dado para la existencia y gobernación de Israel como nación especial de Dios. incluía leyes ceremoniales, jurídicas, higiénicas y morales.
Es importante que entendamos correctamente la relación entre estos dos grandes eventos: el dar la promesa a Abraham y el dar la ley a Moisés. San Pablo dice que la ley (moisés) no añadió nada a la promesa (Gal. 3:15-17). La ley fue dada "a causa de las transgreciones, hasta que viniese la simiente" (Gal. 3:19). Sin la ley Israel hubiese degenerado a un estado pagano y hubiera perdido la esperanza de la venida del Mesías. por lo cual la ley fue necesaria para ayudar a Israel cuidar y guardar viva la esperanza del Mesias venidero. ¿Como hizo esto la ley? En dos maneras:
  1. Sus demandas morales: Siendo severas e inflexibles, servían como un continuo recuerdo del pecado y mantenían al pueblo de Dios sensible a su necesidad de redención.
  2. Sus aspectos ceremoniales: Prefiguraban la redención que tanto necesitaban. Por ejemplo, la pascua no solamente conmemoraba la redención de Egipto, sino también señalaba hacia la futura verdadera redención por la sangre de Jesucristo. cada sacrificio en el tabernáculo servía como sombra de aquel gran sacrificio del cuerpo de Cristo (Heb. 10:10-14). La dádiva del maná, el agua de la roca, la sanidad ante la serpiente de bronce, y muchas más de las cosas que ocurrieron bajo la ministración de Moisés eran tipos de la simiente venidera. Eran sombras "de los vienes venideros" (Heb. 10:1). Estas sombras y prefiguraciones de la Simiente verdadera estaban incluidos en lo que el autor de hebreos llama "el viejo pacto". Las cosas bajo el antiguo pacto no podían ser la realidad o el cumplimiento del pacto hecho con Abraham. Aarón, el sumosacerdote únicamente fue la sombra de Cristo. El tabernáculo terrenal solo fue la sombra del celestial (Heb. 8:1-5). La tierra de Canaán no fue más que un tipo de aquella patria "mejor, esto es, celestial" que anhelaban los fieles (Heb. 11:16). jerusalén y el reino de David en su mejor estado eran únicamente sombra de "la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios" (Heb. 11:10)
Lo que Dios dio a Israel en la ley y bajo la ley (tabernáculo, canaán, fiestas, Jerusalén, reyes; etc.) fue el antiguo pacto y en su mejor estado únicamenteseñalaba hacia algo mejor. no fue la realidad de lo que Dios prometióa Abrahám. Los judíos en el tiempo de Cristo trataron de cambiar la sombra en realidad, y no son los pocos los que aún hoy en día están haciendo lo mismo. Desde que llegó la simiente ¿Como podemos volver a ritos del tabernáculo, la sangre de animales, la Palestina, o la antigua Jerusalén como si fuesen parte de la realidad [como lo hace el dispensacionalismo al querer cumplir las promesas dadas a Israel en el milenio en forma literal]? Puesto que la completa luz del evangelio ha llegado tenemos que ver que la circuncisión verdadera es la del corazón (Rom. 2:29), la verdadera Jerusalén es la de arriba (Gal. 4:26), el verdadero tabernáculo está en el cielo (Heb. 8:1-5), la patria verdadera que fue prometida a Abraham no es parte "del presente siglo malo" (Heb. 11:10-16), y los verdaderos hijos de Abrahám (judíos) son los que creen en Cristo Jesús (Gal 3:29; Rom 2:28).

Tomado de PEGONERO DE JUSTICIA, vol. 5 Nº 2; abril- junio 1999. Life Research International.

0 comentarios :

Publicar un comentario

Aunque se respeta la libertad de expresión, este sitio tiene por finalidad el compartir conocimiento bíblico para edificación. Cualquier comentario que no cumpla con este objetivo o que incluya groserías y comentarios despectivos será borrado.

Licencia Creative Commons
Estudio Profetico por Alfredo Vera Rodriguez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.