Existe un principio hermenéutico muy poco considerado a la
hora de estudiar la Biblia. Este principio se llama “principio de día por año”.
En la literatura hebrea, al momento de computar el tiempo,
se tenía la costumbre de hacer una correspondencia entre días y años. Esta
correspondencia la podemos encontrar en varios pasajes de la Biblia:
1) Las genealogías:
Génesis 5:4: "Y fueron los días de
Adán después que engendró a Set, ochocientos años".
Génesis 5:5: "Y fueron todos los días
que vivió Adán novecientos treinta años; y murió".
Génesis 5:8: "Y fueron todos los días
de Set novecientos doce años; y murió". Y siguientes.
2) La poesía:
Salmos 77:5: "Consideraba los días
desde el principio, Los años de los siglos."
Salmos 90:9: "Porque todos nuestros días
declinan a causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un
pensamiento"
Job 10:5: "¿Son tus días como
los días del hombre, o tus años como los tiempos humanos...?"
Job 32:7: "Yo decía: Los días
hablarán, Y la muchedumbre de años declarará sabiduría"
3) En el cómputo general del tiempo:
1 Samuel 27:7: "Fue el número de los días
que David habitó en la tierra de los filisteos, un año y cuatro meses."
Génesis 6:3: "Y dijo Jehová: No
contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es
carne; mas serán sus días ciento veinte años".
Levítico 25:8: "Y contarás siete semanas
de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas
de años vendrán a serte cuarenta y nueve años". Este texto
sirve de antecedente para entender que las semanas de Daniel 9:25-27 son
semanas de años en lugar de días.
4) Otro texto que sirve de
antecedente a Daniel 9 es Génesis 29:27: Es interesante como llegan a acuerdo
Jacob y su suegro luego de que este último engañó al primero al entregarle la
hija mayor en matrimonio en lugar de la menor a quien Jacob amaba: “Cumple la semana
de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hicieres conmigo
otros siete años”. Jacob solo esperó 7 días para recibir a Raquel como
esposa, aunque a cambio tuvo que cumplir el trabajo acordado de 7 años.
5) La
forma de referirse a personas de avanzada edad:
1 Reyes 1:1: "Cuando
el rey David era viejo y avanzado en días, le cubrían de ropas, pero no
se calentaba".
Daniel 7:9,
13: “Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano
de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como
lana limpia… Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del
cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días…”
6) Aplicación en la profecía clásica[1]:
Ezequiel
4:5,6: “Yo te he
dado los años de su maldad por el número de los días, trescientos
noventa días; y así llevaras tú la maldad de la casa de Israel. Cumplidos
estos, te acostaras sobre tu lado derecho segunda vez, y llevaras la maldad de
la casa de Judá cuarenta días, día por año, día por año te lo he dado”.
Aquí el profeta representa los años del pecado de Israel y el de Judá en días
en que debía dormir de un lado o del otro. Cada día representaba un año.
Números
14:34: “Conforme
al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis
la tierra, llevareis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por
cada día”. Aquí se juzga a Israel por su incredulidad de que Dios los
guiara para tomar la tierra. La sentencia dice que, por cada día que los espías
reconocieron la tierra, los israelitas estarán vagando por el desierto 1 año;
como en total los espías estuvieron 40 días en Canaán, el pueblo de Israel será
peregrino 40 años en el desierto.
Aplicación
del principio de día por año a la profecía apocalíptica.
El tiempo que abarca el
cumplimiento profético según los criterios preterista y futurista es muy corto,
por lo que los períodos de tiempo de la profecía son tomados literales: 1260
días son 1260 días de 24 horas.
El criterio historicista en
cambio, dado que enseña que el cumplimiento de las profecías apocalípticas abarca
siglos, aplica a estos períodos de tiempo el principio de día por año: 1260
días son 1260 años[2].
Vimos anteriormente que el criterio historicista se sostiene sobre bases
sólidas: El es criterio usado por la Biblia para auto-interpretar sus profecías
apocalípticas y la interpretación puede comprobarse con la historia[3].
Ahora veremos las bases en las que se sostiene este principio:
1) Base bíblica: Ya vimos en numerosos textos que era común
en la Biblia hacer una correspondencia entre días y años. La
mentalidad judía tenía muy claro este concepto, porque para ellos era muy
habitual este tipo de correspondencia.
2) Base literaria: Cuando el escritor bíblico hace
referencia a un periodo de tiempo futuro definido lo hace ocupando todas las
unidades de medida: años, meses, días. Siempre usa las medidas mayores y luego
las menores. Por ejemplo, en Jeremías 25:11, el profeta dice que Judá estará en
ruinas y bajo el poder babilónico durante 70 años. ¿Por qué no profetizo que el
dominio duraría 25200 días? (70x360=25200) Porque no era la forma usual de
referirse a estos periodos de tiempo. Esto nos muestra, que si en profecía
se nos habla de una gran cantidad de días (1260, 1290, 1335 o 2300) estos deben
ser interpretados en forma simbólica y no literal.
3) Base contextual: El contexto en el cual aparecen estos
periodos de tiempo es fuertemente simbólico (bestias, vientos, etc.), por lo
tanto el periodo de tiempo también debe ser simbólico.
4) Base Histórica: A través de la historia, muchos
estudiosos de la profecía, tanto judíos como cristianos, vieron la necesidad y
la validez de interpretar estos periodos de tiempo como años literales:
·
Varios eruditos judíos aplicaron este principio interpretativo a
los periodos de tiempo de la profecía: Nehavendí de Persia (siglo IX), Jefet
Ibn Ali y Saadías de Faiyum (siglo X); los rabinos Nahamánides (1194-1260), Simón Ben Zema Durán
(1361-1444), Isaac Abramanel y Rashí (1040-1105). Este último tradujo Daniel
8:14 de la siguiente forma: “Y él me dijo: hasta 2300 años...”
·
Joaquin de Fiole, en el siglo XII, dice que los 1260 días de
Apocalipsis son en realidad 1260 años
·
Arnoldo de Villanova, medico español escribe en 1292 “Cuando
[Daniel] dice ‘2300 días’ debe entenderse que por días entendía años”
·
Ubertino de Casale (nacido en 1259) aplicó este principio a los
2300 días y los comenzó desde los tiempos de Antíoco Epífanes hasta el año 2000
·
Nicolás Krebs (1400-1464) fue un cardenal católico quien luchó
para que los concilios tuvieran más autoridad que el Papa y para que cesaran
los abusos eclesiásticos. Sostuvo que los 2300 días de Daniel comenzaban en los
días del profeta y terminaban con la segunda venida de Cristo entre los años
1700 y 1750
·
Durante y después de la
Reforma, 21 eruditos aplicaron este principio a las profecías,
entre ellos destacan los ingleses George Downham (muerto en 1634) y Edward
King, quienes la aplicaron a los 2300 días de Daniel; y Greog Nigrinus
(1530-1602), Johan Funk (1518-1566), y Miguel Servet (1509-1553) quienes la
aplicaron a los 1260 días de Apocalipsis
·
John Purvey, amigo de John Wycliffe, aplica
el principio de día por año a los 1260 días de Apocalipsis
·
William Sherwin dijo que los 2300 días terminarían alrededor del
1700
·
El físico Isaac Newton, quien escribió más sobre teología que
sobre ciencia, aplicó este principio a las profecías en su libro “Observaciones
Sobre Las Profecías De Daniel Y Del Apocalipsis De San Juan”, publicado en
1733; 3 años después de su muerte.
·
Durante la colonia norteamericana los que se destacaron por
abrazar este principio fueron el laico Samuel Hutchinson (1618-1667), el
teólogo Cotton Matter (1663-1728), William Burnet, gobernador de Masachusetts
(1688-1729) y el clérigo episcopal Richard Clake, entre otros.
·
Luego de la independencia, el congregacionalista Samuel Hopkins
(en 1793), el Director de correos Samuel Osgood (1748-1813) y el bibliotecario
de la Universidad
de Hardvard James Winthrop (1752-1821) creían que los 2300 días de Daniel
empezaban entre los periodos de los imperios persa y griego y que llegaban
hasta sus días
·
La mayoría de los expositores bíblicos de comienzos hasta la mitad
de los 1800 creían que los 2300 días comenzaban con los persas o los griegos y
que terminarían en sus días: William Hales, George Stanley Faber, Adán Clarke,
Albury Park, etc.
·
Cuando el dispensacionalismo comenzó a hacerse popular entre las
iglesias protestantes, este principio fue dejado de lado, hoy sobrevive en
algunos círculos menores.
Conclusión.
El principio de día por año tiene
una sólida base tanto bíblica como histórica. La validez de este principio
refuerza la solidez del criterio historicista de interpretación profética.
[1] La profecía clásica se ocupa de asuntos éticos y llama
al arrepentimiento y una vida santificada. Son condicionales y locales, aunque
algunas pueden ser tipo de eventos apocalípticos. Profetas clásicos son Isaías,
Joel, Amos; entre otros.
[2] El calendario lunar hebreo consta de un año de 12 meses
de 30 días cada uno, en total 360 días. De allí que tres años y medio (o
tiempo, tiempos y medio tiempo, Apocalipsis 12:14) sean equivalentes a 42 meses
(Apocalipsis 11:2) o 1.260 días (Apocalipsis 11:3)
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