LA ESCATOLOGIA A LA LUZ DE LA JUSTIFICACION

Hemos visto que Dios cumplió Su obra redentiva en Jesucristo al resucitarlo de la muerte. En la segunda venida Dios hará una revelación universal de lo que ya cumplió en la vida, muerte y resurrección de Cristo.           .           .

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Ahora vivimos en el tiempo entre medio del evangelio y el escatón. los apóstoles se refirieron al período de entre los dos advenimientos como "estos postreros días" o "el último tiempo". Heb. 1:2; 1º Juan 2:8. Note el diagrama:

PRIMER ADVENIMIENTO		SEGUNDO ADVENIMIENTO
Redención Salvación Justicia Perfección Quitó el pecado Quitó la muerte Sacó a la luz la vida y la inmortalidad		Redención Salvación Justicia Perfección Quitará el pecado Sorbida será la muerte Se manifiesta la vida y la inmortalidad
OBRA CONSUMADA Toda bendición dada en Cristo	AHORA “Los justos vivirán por la fe” Los postreros días	OBRA POR CONSUMARSE Toda bendición en nosotros

En Cristo, Dios nos ha dado toda bendición - redención, salvación, justicia, perfección, vida, inmortalidad, etc. - pero poseemos tales solamente por fe. Esto no significa que los poseemos como cualidades en nosotros sino cualidades que están fuera de nosotros en la persona de Cristo. Cristo mismo es nuestra redención, salvación, justicia y vida. Él está en el cielo a la diestra de Dios, y allí es donde nuestra herencia está reservada para nosotros (1º Ped. 1:4)

Por ejemplo, es solamente por fe que podemos saber que fuimos redimidos. Nuestros sentidos o el ambiente en que vivimos pueden parecer negar nuestra redención. Es asunto de fe confesar que nuestros pecados han sido quitados y que nuestro viejo hombre fue crucificado (Rom. 6:6). necesitamos creerlo mientras nos vemos llenos de pecado.

Cristo ha quitado la muerte. Lo aceptamos solamente por fe, porque los cristianos también mueren. Se requiere fe para confesar que la muerte ya fue destruida cuando todavía parece triunfar en todo lado.

Y ¿qué de la justicia? Es aquí que el principio reformado de sola fide alcanza su punto culminante. Somos justos ante Dios solamente por fe. la justicia que nos hace aceptable ante Dios no es una cualidad en nosotros, sino una cualidad fuera de nosotros - es decir, Cristo mismo. por medio de la fe que nos une con él, Su vida de santa obediencia es contada como nuestra. En esta manera, en medio de nuestra debilidad humana y estado pecaminoso, confesamos que nuestra está en el cielo y nos es contada por causa de la misericordia de Dios.

y ¿qué diremos de la seguridad? ¡Cuantos miran hacia su experiencia de conversión en el pasado para la seguridad! Pero la seguridad no se encuentra en cualquier experiencia que haya gozado el cristiano, no importa cuan genuina haya sido. El erudito reformado Juan Murray, dice:

"Una de las más peligrosas distorciones de la doctrina de la gracia y una que ha llevado consigo las historias más tristes de desastre moral y espiritual es que ha llevado consigo las historias más tristes de desastre moral y espiritual es la de asumir que los privilegios pasados, cuan elevados que sean, dan garantía de seguridad para uno sin tomar en cuenta una perseverancia en la fe y santidad"

Principles of conduct (London: The Tyndale Press, 1957), pás. 199.

La fe neotestamentaria no es una  fe en nuestra experiencia de nacer de nuevo, sino de en Jesús. Nuestra seguridad no está en nosotros sino en él.

Y ¿Qué de la vida y la inmortalidad? Pablo dice: "... Cristo, vuestra vida..." en Colosenses 3:4, indicando que Cristo es nuestra vida si hemos creido en Él. Cristo "... sacó a la luz la vida y la inmortalidad por el evangelio." 2 Tim. 1:10. por eso es contrario al evangelio hablar de la vida como una propiedad inherente en la naturaleza del hombre.

Hablar así es dar eco a la filosofía de Platón que ha influenciado tanto la iglesia cristiana. Si nuestra redención, perfección, justicia y seguridad se hallan únicamente en Cristo entonces debemos confesar que solamente Cristo es nuestra vida e inmortalidad, y eso poseemos también solo por la fe. Cristo promete a los creyentes que nunca morirán, no porque tienen en su naturaleza una sustancia contra la muerte, sino porque están conectados con Dios. El concepto platónico de inmortalidad natural es contrario al evangelio.

Cuando Cristo venga otra vez el pueblo de Dios no poseerá más estas bendiciones solamente por fe. Las tendrán como realidad visible. Entonces serán redimidos, salvados, perfeccionados, justos, seguros e inmortales. Poseerán  estas bendiciones en una manera diferente a que actualmente las poseen. No debemos confundir el "ahora" con el "aun no" de 1º Juan 3:1-3. El pueblo de Dios es actualmente justo ante Dios y será justo ante ante Dios entonces - pero no en la misma forma. Ahora es completamente justo por imputación. Entonces será completamente justo interiormente. Ahora está escondida su perfección y gloria. Entonces será manifestada (Rom. 8:18). Ahora es por fe. Entonces será por vista. Y entre medio, "el justo por la fe vivirá". Esto significa vivir la tensión de tener y no tener; de creer que son justificados y confesar que son pecadores; de poseerlo todo y no tener nada (2º Cor. 6:10)

EL ESPIRITU SANTO EN LA EXISTENCIA ACTUAL

En el don presente del Espíritu Santo los creyentes gozan únicamente de "las primicias" o "las arras" de lo que será conscientemente, inherentemente y visiblemente suyo en la segunda venida. por medio de su presencia y poder impartidos los creyentes aquí y ahora comienzan a ser personalmente santos. Prosiguen hacia la perfección de caracter. Pero siendo impedidos por el miserable cuerpo de muerte (Rom. 7:24) y habiendo gustado los poderes del siglo venidero, anhelan la consumación e la aparición de nuestro Señor Jesucristo. Dice el apostol:

"Y no solo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo" Rom. 8:23

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Tomado de Pregonero de Justicia Vol. 5 Nº2 abril-junio 1999