Los dispensacionalistas
aplican correctamente la profecía de Daniel 9, las 70 Semanas, al pueblo judío.
Sin embargo, separan la última semana de las anteriores 69, aplicando estas a
la reconstrucción de Jerusalén y a la venida del mesías, y la última a la
aparición del anticristo al final de los días. Esta semana profética de 7 años
comienza con el arrebatamiento de la Iglesia.
El texto de Daniel 9
dice lo siguiente[1]:
24 Setenta
semanas están determinadas[2]
sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y
poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable,
y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
En ninguna parte el
texto sugiere que la última semana debe ser separada del resto y aplicarla al
final de la historia. Pero para el dispensacionalista esto es necesario ya que,
en su parecer, el versículo 27 que habla de la última semana, se refiere a las
actividades del anticristo. Esto es comprensible, ya que si leemos el texto de
corrido entendemos que quien confirma el pacto con muchos y hace secar el
sacrificio a la mitad de la semana es el príncipe que ha de venir del versículo
26. Entonces, entienden ellos que este príncipe es el anticristo, que hará un
pacto con los judíos al comienzo de la semana para reconstruir su templo y
reanudar su culto, pero los traicionará a la mitad de la semana (3 ½ años más
tarde)
¿Cómo entender
correctamente esta parte de la profecía? Para eso debemos entender que esta
tiene una estructura en forma de quiasmo
¿Qué
es un quiasmo?
Es una estructura de
composición literaria en la cual una sentencia se repite dos veces, pero en que
la segunda sus elementos clave se expresan en orden inverso. Anteriormente escribí un post donde explicaba los quiasmos y mostraba ejemplos en la Biblia. (ver BREVE INTENTO DE INTRODUCCIÓN AL QUIASMO BIBLICO)
El
quiasmo de las 70 semanas.
Las distintas partes
del quiasmo se refieren a lo que está determinado sobre “tu pueblo” (los judíos
con relación al mesías que es el centro del quiasmo) y sobre tu “santa ciudad”
(Jerusalén, su construcción y destrucción)
Este se estructura como
sigue:
A.
Daniel 9:25a Jerusalén Construcción: “Conoce pues y entiendas, que desde
la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén”
B.
Daniel 09:25b Ungido: “hasta el Mesías, el Príncipe, habrá siete semanas,
y sesenta y dos semanas:”
C.
Daniel 9:25c Jerusalén Construcción: “se volverá a edificar la plaza y el
muro en tiempos angustiosos.”
D. Daniel 9:26 Ungido: “Y
después de las sesenta y dos semanas se le quitará la vida al mesías, mas no
por sí”
C'. Daniel 09:26b Jerusalén destruida: “y
el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y
su fin será con inundación, y hasta el fin será la guerra durarán las
devastaciones.”
B'.
Daniel 9:27 a Ungido: “Y él hará un pacto firme con muchos por una
semana, y en la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda”
A'.
Daniel 09:27b Jerusalén destruida: “y sobre la muchedumbre de las
abominaciones vendrá uno que hace desolación, y hasta el fin completo, y que
determina, la ira sea derramada sobre el desolador.”
Separamos
las partes del quiasmo para entender el sentido de la profecía:
Setenta semanas están determinadas
sobre tu pueblo
|
Setenta semanas están determinadas
sobre… tu santa ciudad
|
El
mesías vendrá a tu pueblo 7 semanas y 62 semanas después de la orden de
restauración de Jerusalén. Después de las 62 semanas al mesías se le quitará
la vida. En una semana más confirmará el pacto con muchos y a la mitad de esa
semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda.
|
Saldrá
la orden para restaurar y reedificar Jerusalén. En tiempos angustiosos se
reedificará la plaza y el muro. Después el pueblo de un príncipe que ha de
venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y
hasta el fin será la guerra durarán las devastaciones. El desolador vendrá
sobre la muchedumbre de las abominaciones, pero la ira será derramada sobre
el desolador
|
Sobre
tu santa ciudad.
“Desde
la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén”:
Existen varias posturas, pero una de las más aceptadas (y que calza con el
desarrollo temporal de la profecía) es que la orden de restauración es la que
aparece en Esdras 7, que fue emitida el 457 a. c. por Artajerjes, rey de
Persia. Esta orden no solo permitió reconstruir físicamente la ciudad (el muro)
sino también, al autorizar el nombramiento de gobernadores y jueces, restaurar la
vida cívica de la nación (la plaza, centro de la vida cívica).
“El pueblo de un príncipe que ha de venir
destruirá la ciudad y el santuario”: Siglos más tarde el general Tito, hijo
del emperador Vespasiano y futuro emperador romano, sitia la ciudad de
Jerusalén en el año 70 d. c. como resultado de una revuelta. Jerusalén cae a
manos de los romanos, la ciudad es destruida y el templo incendiado, no siendo
reconstruido hasta nuestros días.
“La
ira sea derramada sobre el desolador.”: Roma, imperio que
desoló el santuario, tendrá su retribución: También caerá. Esto sucedió desde
el año 410 (el saqueo de Roma) hasta el año 476 (cuando fue depuesto el último
emperador Rómulo Augusto, poniendo fin al imperio).
Sobre
tu pueblo.
“Desde
la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías, el
Príncipe”: Es decir, desde que se da la orden de
restaurar la ciudad y la vida cívica hasta el comienzo del ministerio público
de Jesucristo. Ya dijimos que la orden de restauración es la emitida el año 457
a. c. por Artajerjes.
“Habrá
siete semanas, y sesenta y dos semanas”: 7 semanas=49
días (años); 62 semanas=434 días (años). En total, 483 años. Contando desde el
457 a. c. 483 años llegamos al año 27 d. c. (el año cero no existe), año en que
Jesús fue bautizado comenzando su ministerio público.
“Y
después de las sesenta y dos semanas se le quitará la vida al mesías, mas no
por sí”: Después de las 62 semanas se le quita la vida al
mesías, no por sí, sino por la humanidad, para redimirla.
“Y
por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará
cesar el sacrificio y la ofrenda”: ½ semana (3 ½ años)
después de la aparición pública de Jesús, en el año 31d. c. es muerto en la
cruz terminando con la necesidad de hacer sacrificios y ofrendas al ser el
sacrificio perfecto. Después de su resurrección el evangelio es predicado
exclusivamente al pueblo judío hasta el año 34 d. c. (7 años después de la
crucifixión) cuando Esteban es apedreado. A partir de entonces los cristianos
son esparcidos por el mundo, predicando el evangelio entre los gentiles (los
muchos con los que el mesías hace pacto): Es predicado en Samaria, Felipe lo
hace a un funcionario etíope, Pedro a Cornelio y Saulo se convierte para
posteriormente comenzar su ministerio entre los griegos.
La siguiente línea de
tiempo ilustra lo estudiado (hacer click para agrandar):
Conclusión.
·
No hay nada en el texto de las 70
semanas de Daniel 9 que indiquen que la última semana debe ser separada del
resto y puesta al final de los tiempos.
·
La profecía que se refiere al mesías se
aplica erróneamente al anticristo al no respetar la estructura quiástica del
texto y leerlo de corrido.
·
La profecía apunta al comienzo del
ministerio público del mesías Jesucristo, a su muerte en la cruz, al cese del
sistema de sacrificios del santuario y a la predicación del evangelio a los
gentiles. También a la reconstrucción y destrucción de Jerusalén por los romanos.
Todos acontecimientos que ocurren en el siglo I de nuestra era. No se refiere
al arrebatamiento, a la aparición del anticristo ni a ningún evento al final de
los tiempos.
[1] El estilo
literario del pasaje es poesía, esto no se refleja en la gran mayoría de las
traducciones castellanas.
[2] La
palabra que la RV1960 traduce como “determinadas” es JATAK que significa
“cortadas” o “amputadas”, dando a entender que este período de tiempo fue
tomado de uno más grande. Se dejará para un estudio posterior. (Ver la versión Jubilee Bible en Español: https://www.biblegateway.com/passage/?search=Daniel+9%3A24&version=JBS)
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